Brujas Famosas – Brujas De Berwick
Los juicios por brujería de North Berwick
Continuamos con la sección de Brujas Famosas – Brujas De Berwick quienes entre mil quinientos noventa y mil quinientos noventa y dos se generaron en el pequeño pueblo de North Berwick, en el sur de Escocia.
Una serie de juicios y procesos en los que más de setenta personas (incluidos múltiples nobles escoceses) fueron acusados de brujería.

Brujas Famosas – Brujas De Berwick
La mayor parte fueron declaradas culpables y quemadas en la fogata en los procesos por brujería más conocidos de la historia de Escocia, los juicios de Las Brujas Famosas – Brujas De Berwick.
Pocos años después, se generarían considerablemente más juicios por brujería por toda Escocia multiplicándose los casos y extendiéndose asimismo a Inglaterra.
A fines del siglo XVI se acentuaron las cazas de brujas por toda Europa llegando hasta las islas británicas, un sitio en el que hasta ese momento no se había producido ningún proceso por brujería.
Una de las causas esenciales fue un acontencimiento que le ocurrió al rey Jacobo VI de Escocia (más tarde se transformaría en Jacobo I de Inglaterra) quien hasta ese momento había sido bastante clemente con la brujería.
En mil quinientos ochenta y nueve, su futura esposa Ana de Dinamarca ponía con rumbo a Escocia para festejar el matrimonio con Jacobo VI, no obstante, en el viaje padecieron horribles tormentas llevando su navío a las costas noruegas.
El rey se dirigió allá y por último se casaron en Oslo.
Tras visitar Dinamarca, el matrimonio navegó de vuelta a Escocia en mayo de mil quinientos noventa siendo azotados de nuevo por fuertes tormentas.
El almirante de la flota danesa culpó de las tormentas a la esposa de un alto funcionario en Copenhague al que había insultado y se acusó además de esto a múltiples nobles de la corte escocesa.
Se festejaron múltiples juicios por brujería en Dinamarca por esta razón en los que una de las primeras acusadas fue Anna Koldings, quien bajo tortura terminó dando el nombre de otras 5 mujeres.
Todas Las Brujas Famosas – Brujas De Berwick una a una se confesaron culpables de brujería intentado conminar el viaje real con tormentas y mandando diablos a fin de que subiesen a la quilla del navío.
Anna Koldings fue declarada culpable y quemada en la fogata por hechicera así como otras 12 mujeres en Kronborg, Copenhague.
Estos acontencimientos influyeron de forma notable en Jacobo, tras oír las noticias de los juicios procedentes de Dinamarca decidió crear su tribunal en Escocia.
En ese año, mil quinientos noventa, una joven sirviente, Gilly (Gellie) Duncan, de la pequeña urbe de Tranent cerca de Edimburgo, fue acusada de brujería tras haber sido detenida por efectuar unas curaciones que se consideraron prodigiosas y que solamente podían ser obra de una hechicera.
Pese a que Gellie en un inicio se negó a confesar ningún trato con el demonio, tras una tortura prolongada y de descubrir en su cuello «la marca del demonio» confesó ser una hechicera y haber vendido su ánima.
Además de esto bajo nuevas torturas nombró a múltiples cómplices que participaban en los aquelarres y que hasta ese momento eran miembros respetables de la comunidad como James (John) Fian, profesor de la escuela local; Agnes Sampson, una comadrona y sanadora del pueblo; o bien Francis Stewart, conde y primo del rey.
Tras ser encerrada, Gellie Duncan terminó acusando en conjunto a más de setenta personas y terminó siendo condenada a fallecer en la fogata.
Los procesos se festejaron en la localidad de North Berwick, transformándose en los primeros juicios por brujería de la historia de Escocia.
Las consecutivas confesiones fueron incrementando el número de acusados y se relacionó asimismo estas prácticas en Berwick con el accidentado viaje que había sufrido el rey Jacobo y los procesos por brujería de Dinamarca.
Las Brujas Famosas – Brujas De Berwick
Una de las acusadas, Agnes Tompson, especificó un aquelarre en el que participaron más de doscientos personas en la iglesia de North Berwick, en el llamado Auld Kirk Green.
Conforme narró, el demonio les enseño a utilizar hechizos para crear una enorme tormenta que acechara el navío del rey Jacobo y la reina Ana.
La confesión de James Fian fue seguramente la más extraña.
Aparte de proclamarse como uno de los líderes de estas misas negras, el doctor Fian afirmó que había intentado hacer un hechizo de amor con una joven local, para esto solicitó al hermano de la chavala que le cortase un tanto de pelo mientras que estaba dormida.
El pequeño le contó la historia a su madre y esta cortó ciertos pelos de la mama de una vaca que fue los que el pequeño le entregó.
El hechizo funcionó y conforme narró en su confesión era seguido de forma continua por una vaca «enferma de amor».
Esta curiosa confesión fue conseguida bajo tortura y considerada una prueba de brujería.
Fue declarado culpable y quemado en la fogata en el castillo de Edimburgo en el primer mes del año de mil quinientos noventa y uno.
El rey Jacobo VI tenía un interés personal en estos juicios por brujería de Berwick, no obstante creía que la mayor parte de las historias eran exageradas.
Esto aparentemente cambió en el momento en que una de las acusadas, Agnes Sampson, pudo charlar con él y según lo que parece le afirmó exactamente las mismas palabras que había tenido con su esposa en una charla a lo largo de la noche de bodas.
El rey lo consideró una prueba irrebatible de que las tormentas habían sido obra de la brujería.
El proceso y las confesiones de los juicios a las brujas de Berwick fueron recogidos por el rey Jacobo VI de Escocia y también impresos en un pasquín en la ciudad de Londres en mil quinientos noventa y uno con el nombre de Newes from Scotland (Newes from Scotland – declaring the damnable life and death of doctor John Fian).
Las copias originales que se preservan de estos documentos históricos se hallan en la Biblioteca de la Universidad de Glasgow y en la Biblioteca Bodleian de la Universidad de Oxford.
No está documentado lo que sucedió con todos y cada uno de los acusados, si bien indudablemente la mayor parte de ellos fueron condenados a fallecer quemados en la fogata por brujería.
Cuando fue publicado el pasquín News from Scotland, ciertos de ellos continuaban todavía en cárcel.
El rey Jacobo VI de Escocia se comprometió con la causa de terminar con la brujería en su país, publicó unos años después, en mil quinientos noventa y siete, un compendio de 3 libros de demonología conocido como Daemonologie, en el que aprueba y apoya la caza de brujas en el país.
El libro, de Dominio Público, se puede leer on line merced al proyecto Gutenberg: Daemonologie. by King of England James I
Las Brujas Famosas – Brujas De Berwick son los juicios por brujería más conocidos de la historia de Escocia por ser los primeros, más tarde se generarían considerablemente más.
Jacobo VI de Escocia ascendió en mil seiscientos tres al trono de Inglaterra como Jacobo I y rigió los dos países endureciendo las leyes por brujería.
A lo largo de los próximos años prosiguieron realizándose cazas de brujas hasta principios del siglo XVIII, cuando en mil setecientos veintidos se generó la última ejecución de una mujer acusada de brujería en Sutherland, al norte de Escocia.
Se calcula que entre los años mil quinientos noventa y mil setecientos veintidos, más o menos entre tres mil y cuatro mil personas en Escocia fueron acusadas de brujería y ejecutadas por brujas, la mayor parte de ellas quemadas en la fogata.
Curiosamente, no hay que remontarse tan atrás para hallar a Las Brujas Famosas – Brujas De Berwick en Escocia a la última acusada de brujería.
En mil novecientos cuarenta y cuatro, Helen Duncan (una ocultista escocesa) fue presa por la ley de brujería de mil setecientos treinta y cinco y condenada a nueve meses de cárcel por procurar charlar con el espirítu de un marinero fallecido.
Esta Ley de Brujería de mil setecientos treinta y cinco fue por último derogada en mil novecientos cincuenta y uno.
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